Las APIs, motor de la transformación digital de la banca. El sector bancario se ha sumado ya a la revolución digital a través de las APIs abiertas. Hay que hacer un repaso de la evolución del proceso y sus protagonistas en los últimos años.

A la banca le ha tocado a la puerta los Startups Fintech, que sin duda están cambiando la manera como los consumidores están guardando, pidiendo prestado, invirtiendo, moviendo, pagando y protegiendo su dinero.

La transformación digital de la banca se ha visto materializada en el ‘open banking’. Un modelo impulsado mediante la implementación servicios de pago. En este nuevo escenario, las APIs han pasado a ser las protagonistas de este proceso y cómo el sector bancario, que inicialmente reaccionó con lentitud a las posibilidades que ofrecen las APIs, ha recobrado en los dos últimos años el terreno perdido.

Pero, ¿en qué consisten realmente las APIs y cómo pueden cambiar la relación entre los ciudadanos y sus entidades financieras? Las interfaces de programación de aplicaciones (APIs, por sus siglas en inglés) permiten a los programas de software intercambiar datos de manera estandarizada, es decir, ‘comunicarse’ de una forma eficaz y rápida.

La consecuencia es que los desarrolladores pueden crear nuevas y mejores aplicaciones integrando los datos de otros programas, y los usuarios reciben un servicio mejor y más completo. Para la banca, son la herramienta clave en su transformación: de entidades financieras a parte central de un ecosistema digital conectado en el que se alían con todo tipo de empresas. Y es así como mantienen la seguridad sobre el dinero y los datos y permiten que otros innoven y se basen en sus servicios para complementar sus plataformas, claramente es un win – win.

Hay que destacar la apuesta de los bancos, resaltando el apertura comercial. Así empresas, startups y desarrolladores pueden lanzar nuevos productos y servicios integrando en sus aplicaciones servicios financieros para clientes de los distintos bancos, siempre que estos den su permiso. “El dato pertenece al cliente” es la premisa que no puede negociarse.

Las APIs se consolidan así como una herramienta doblemente útil para la banca:
Constituyen el instrumento más eficaz para adaptarse a las nuevas reglas del mercado en especial de millennials y, sobre todo, les permiten transformarse en entidades más digitalizadas y conectadas con las necesidades de sus clientes. Al tiempo que se constituyen en un laboratorio de innovación.